domingo, 22 de enero de 2012

El barco de Italia



Nadie se atreve a pronunciar la palabra "muertos", pero nueve días después del naufragio del Costa Concordia frente a la isla italiana de Giglio, la posibilidad de hallar con vida a alguna de las 20 personas aún desaparecidas parece imposible. Ayer, los buzos de la Marina recuperaron el cadáver de una mujer francesa en la popa del barco, lo que eleva a 12 el número de muertos, y aunque las autoridades italianas están tratando el tema con cautela y el máximo respeto, desde hace varios días insisten en cada comparecencia pública en la necesidad de comenzar la extracción del combustible del crucero lo antes posible para evitar la pesadilla de un vertido.
La decisión es complicada. Los técnicos están estudiando cómo compaginar búsqueda y vaciado de los depósitos sin que por el momento hayan llegado a una solución. Franco Gabrielli, el comisario encargado de coordinar el estado de emergencia, admitió que la situación es preocupante: "No sé por cuánto tiempo podremos seguir manteniendo la esperanza de encontrar personas con vida dentro del barco, pero tenemos la obligación de empezar lo antes posible la recuperación del carburante".

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